viernes, 2 de septiembre de 2016


                                                          TOÑI. EXTRACTO.


Sufría algo así como un síndrome del hueco vacío de recuerdos. Y ese silencio. Ese aplastante silencio de la memoria.Para evitar que el " síndrome " se adueñara de mí, cambié la mayoría de costumbres, introduje elementos nuevos en mi vida, cambié mi forma de vestir, no me sentía identificada con la ropa que tenía anteriormente.Busqué la ausencia de recuerdos en los nuevos hábitos. Me había cambiado la vida repentinamente. No hacía mas que improvisar, y rebuscaba en los cajones, intentando encontrarme por algún rincón escondida. Comencé a conducir por puro desahogo y para superar mis miedos al accidente.Recuperar la conciencia de mí misma y ponerme en marcha era la única forma de no echar a perder la vida. Andresillo justificaba mi existencia.