jueves, 29 de diciembre de 2016



Presentación de " Desde que puedo recordar..." en Málaga junto a Trinidad Hernández, Jefa Provincial de Trafico en Málaga, María Angeles Villafranca Jimenez, Delegada de Stop Accidentes en Andalucía, y Antonio J. Martin Rodríguez, presidente de la Asociación de Autoescuelas de Málaga. Todo gracias a HispaColex, que patrocina la edición del libro.


martes, 6 de diciembre de 2016





 
 Presentación de "Desde que puedo recordar" en Granada con la DGT, Stop Accidentes e Hispacolex.


sábado, 26 de noviembre de 2016



  Presentación de "Desde que puedo recordar... "en Jaén, con la DGT, Stop Accidentes e Hispacolex.



 

martes, 8 de noviembre de 2016

                            


                                         Presentación...Desde que puedo recordar...


lunes, 7 de noviembre de 2016

miércoles, 19 de octubre de 2016

Agradecería enormemente, que me acompañaráis en un día tan importante para mi. Estáis todos invitados. Gracias. Un saludo.

viernes, 7 de octubre de 2016

DESDE QUE PUEDO RECORDAR...
Con Juan megino, Loli Ponce y Antonia Ortiz
Fotografía realizada por Juan la Fuente Rubio.
...
" Desde que puedo recordar... " es el relato de un ser humano, de cualquiera de nosotros; un libro sobre sentimientos rabiosos y valientes, un camino hacia las verdades de la vida que tememos pero aceptamos, una historia que nos recuerda que nuestra existencia, a pesar de la adversidad, tiene sentido por sí misma, que siempre la ha tenido.
Este libro describe unas vivencias para aquellos que, atrapados en una realidad, reconocen su derecho a reinventarse, descubren que se puede elegir y dibujar una vida propia.


viernes, 2 de septiembre de 2016


                                                          TOÑI. EXTRACTO.


Sufría algo así como un síndrome del hueco vacío de recuerdos. Y ese silencio. Ese aplastante silencio de la memoria.Para evitar que el " síndrome " se adueñara de mí, cambié la mayoría de costumbres, introduje elementos nuevos en mi vida, cambié mi forma de vestir, no me sentía identificada con la ropa que tenía anteriormente.Busqué la ausencia de recuerdos en los nuevos hábitos. Me había cambiado la vida repentinamente. No hacía mas que improvisar, y rebuscaba en los cajones, intentando encontrarme por algún rincón escondida. Comencé a conducir por puro desahogo y para superar mis miedos al accidente.Recuperar la conciencia de mí misma y ponerme en marcha era la única forma de no echar a perder la vida. Andresillo justificaba mi existencia.
 
 

miércoles, 24 de agosto de 2016



                                                        TOÑI. EXTRACTO

Los inexcusables horarios de Andresillo para tomar el pecho y sus constantes demandas llorando - alguna vez olvidaba dárselo o tenía que apuntar qué pecho tenía que darle, los días que lo olvidaba eran horrorosos - me obligaban a mantener la rutina, a sacar fuerzas de flaqueza para levantarme de la cama cada día. Para mí, el exterior no contaba. Ir al pediatra con el niño era a lo que se limitaban mis salidas. Me hice fuerte en casa, cada anécdota que me contaban fuera de ella parecía algo lejano. A veces siento el temor de no pertenecer a ningún lugar y temo no hallarlo, no sentirme nunca en ese lugar. No saber llegar o no saber quedarme, estar de paso por la vida y siento ganas de partir, siempre... En otras, me encuentro situaciones que creo haber vivido o quieren venirme recuerdos a través de los sabores o escuchando música. Los días nublados sigo teniendo perdidas de memoria en la vida diaria, hasta mi hijo se queja de las veces que le repito las cosas y de las que le pregunto cómo le ha ido en el colegio. Es un niño ejemplar, detallista, observador, bueno en los estudios y sobre todo como persona, algo callado, pero cuando habla lo deja todo dicho, muy maduro, hasta el punto que con sus 12 años quiere irse a estudiar fuera de nuestro pueblo. Estoy muy orgullosa de él y todo lo que significa para poder encontrarme a mi misma y darle sentido a mi vida. En momentos de tristeza me recojo en mí misma, como si quisiera regresar a una época de mi infancia y mi adolescencia en la que todo debería ser más sencillo. Alguna vez tuve que tener un saco de sueños, todo por delante, Dios, y el paso de los días no sería pesado, sino natural. Nunca lo sabré...



jueves, 18 de agosto de 2016

                                        

              
                                                 TOÑI. INTRODUCCION


Historia basada en un hecho real.
Un accidente de trafico gravísimo donde la protagonista de debate entre la vida y la muerte, con una
serie de heridas graves y secuelas.
La peor de todas: " su perdida de memoria".
Y su vuelta a empezar de nuevo y darle sentido a todo...incluso a lo que no lo tiene..

Describe como fue su vida desde ese fatídico día, al día de hoy.
Su desesperanza, y ese caos que había en su cabeza intentando recordar....
Las ganas de vivir y avanzar con la rehabilitación, dónde se veía estancada...
El dolor que le produjo cuando los médicos le aseguraron que no podría ser madre...
Pero por suerte todo cambia, todo pasa, pero hay cosas que aún quedan.




martes, 26 de julio de 2016

                                                EXTRACTO DE TOÑI.


Cuando desperté en la habitación tenía el tubo quitado de la garganta y hablaba por el agujero. Tenía una sonda gástrica y una sonda urinaria. Una noche me desperté y le dije a mi madre:
- Esto a mí que me lo quiten, que aunque lo vendan en el mercadillo y en los comercios yo no lo quiero, ( era la sonda urinaria ). Escuché unos pasos por el pasillo a las seis de la mañana y le dije a mi madre: " Asómate que creo que es el medico, dile que venga a quitarme la sonda. Se asomó y exclamó :¡ Pero si es el cura ! " Y yo exclamé: -¡ Pues dile que venga y que me quite la sonda !
- Hija mía, ten paciencia, deja para los curas las cosas de Dios...
Un dato curioso es que sólo comía leche con galletas allí en el hospital y cuando volví a casa continué haciéndolo.
Tenía el síndrome de abstinencia de la sedación. Veía cosas, me ponía irritable, me quitaba todo y volvía a llorar siempre a la misma hora, hasta veía gente que no estaba allí presente.
Recuerdo también que cuando me desperté en la UVI, mis primeras palabras fueron: -¿Qué hago aquí? - preguntaba a mi familia. Yo insistía en preguntar, pero creía que nadie me decía la verdad y lo repetía sin parar.
No podía expresar mis sentimientos, cada cinco minutos preguntaba y volvía a olvidar. No dormía ni un segundo ni dejaba dormir. Al verlos, me parecía que llevaban siglos durmiendo, estaba eufórica, me daba miedo el no poder despertar después, era como querer vivir deprisa por si se me acababa el tiempo...

viernes, 22 de julio de 2016

EXTRACTO DE TOÑI...

                                            EXTRACTO DE TOÑI...


Creer en todas aquellas historias que un día me contaron durante mi convalecencia pasó a tener sus reglas: sólo de cinco a nueve - los viernes, por ejemplo -, siempre de dos en dos, haciendo poco ruido, para no molestar a los otros pacientes, ni hola ni adiós, y las monedas justas para decirle una vez " te quiero " a mis abuelos cantando la canción de Luis Miguel " Amor, amor, amor " a todo el mundo ,y encender la tele de la habitación…
Tomó entonces la vida un tufo de hospital, ese silencio espeso de yodo y soledad, las dosis de esperanza con su posología, el suero de la ausencia de recuerdos. Era la protagonista de una fría y solitaria cama de hospital hasta que pudiera encontrarme. Tomó entonces la vida su magnitud enferma, recibía ese ficticio abrazo que tiñe de amargura la mirada, el tenaz drenaje de los días, ese tránsito hacia el futuro donde todo está por escribir...



lunes, 18 de julio de 2016

EXTRACTO DE TOÑI...

                                                 EXTRACTO DE TOÑI...


Siempre he creído que hay un tipo de historias que tienen un valor en sí mismas, independientemente de su inserción en un libro. Mi historia impresiona, impresiona muchísimo, por sí sola; el hecho de que mis queridos amigos Juan y Loli Ponce me hayan ayudado a escribirla no es secundario. Pienso en ella constantemente y me emociona sin dejar de pensar necesariamente en ellos.
Sin duda, sólo puede llegar a vosotros a través de las palabras. No puede ser de otra manera. Si existiese una forma de comunicación perfeccionada, algo así como la telepatía, o como una película o alguna serie de imágenes capaces de explicar la vida sin recurrir en ningún momento a la palabra, lo habría hecho yo sola, pero nunca llegaría a producir la impresión intensa en cualquier persona sensible que pudiese leer estas palabras sin conocer antes mi historia.
Cuando hablo de los sueños con algún ser querido, me refiero, y sólo puedo referirme, a los sueños tal y como los recuerdo al despertar. Igual, cuando hablo de mi vida tal y como puedo experimentarla: o sea, no a mi vida creída, sino contemplada, presente ante la poderosa imaginación plenamente despierta de una mente que nunca cesa de luchar en la búsqueda de su ser, sólo llego a contemplar la parte del iceberg que aparece en la superficie del presente; sólo el presente tiene belleza, sólo el presente tiene vida, con sus penas y alegrías, sólo el presente es objeto de contemplación. Sin embargo, debajo hay otras muchas cosas. El deseo de recuperar esa parte sumergida está plenamente justificado en cada persona. pero me temo que cada una, al menos en parte, explica sus recuerdos, como consecuencia del mismo impulso, a veces no atractivo, que les conduce a realizar un esfuerzo más o menos grande por aferrar el recuerdo, por atrapar con sentimientos, conceptos y palabras ese contenido esencial y trascendente que parece transmitirnos el pasado.
Como asimilamos los recuerdos por el efecto que ejercen en nosotros, es evidente que un mismo hecho puede ser importante para una persona y no serlo para otra. La diferencia consiste en que, aunque el procedimiento mental sea el mismo, uno aplica el recuerdo de otra manera en su vida. Por desgracia, para muchas personas el valor de un recuerdo no es un valor vital, no es una verdadera experiencia. El que lo aborda no espera - o no cree o no quiere creer - que se trate de la esencia de lo que realmente somos hoy: sólo aporta información para el día a día. Para lo que le interesa, sus recuerdos le importan casi tanto como los números del reloj o un libro de instrucciones de cualquier invento actual. Viven demasiado deprisa y recuerdan demasiado poco, para poder utilizar los recuerdos que un buen pasado ofrece. Son como los alumnos que quieren que todo se le explique y que después casi no atienden a la explicación.
Mientras quien escribe esta historia sería capaz de emocionarse con un sólo recuerdo durante toda la vida, hay personas que olvidarán para siempre los hechos una vez extinguida la emoción momentánea, satisfecha la curiosidad de ese instante. Y con toda razón, pues el tipo de recuerdos que valoran carecen de interés duradero para la memoria de sus almas. Después de todo, ¿ hay acaso deseo más irrealizable que el de recuperar la persona que un día fuimos, y que ésta nos reconozca, y que todo vuelva a ser como antes ?


lunes, 4 de julio de 2016

TOÑI. EXTRACTO DEL CAPÍTULO XXXVI.



                                 TOÑI. EXTRACTO DEL CAPÍTULO XXXVI.



­El amor de madre, cuando nace, duele tanto en el pecho que preferimos sentir el habitual dolor al insólito placer que proporciona. La alegría verdadera no tiene explicación posible, no tiene la posibilidad de ser comprendida y se parece al inicio de una sensación irrecuperable. Esa fusión total es insoportablemente buena, como si ese amor fuese nuestro bien mayor y final, pero no es el amor, es la vida inconmensurable que llega a parecerse a la grandeza de ese amor. Hay que dejarse inundar poco a poco por la alegría, porque es la vida que nace. Y quien no tenga fuerza, que cubra antes cada nervio con una película protectora, como una película de dolor para poder tolerar la vida en su sentido pleno. Esa película puede consistir en cualquier acto sencillo protector, en cualquier silencio, en un no saber qué decir o en varias palabras sin sentido. Porque con el amor que se siente al saber que vas a ser madre no se puede inventar nada. Él es parte de nosotras...


miércoles, 15 de junio de 2016

TOÑI. EXTRACTO DEL CAPÍTULO XXXV.

                             TOÑI. EXTRACTO DEL CAPÍTULO XXXV.


Los cristales del salón se secan lentamente y aunque los balcones de enfrente continúan goteando tras la tormenta, el cielo parece forcejear entre el sol y las nubes a impulsos de una primavera de la más lluviosas de los últimos años.
Toñi deja su vaso de agua en la mesa y se pone en pie.
- No sé si te he dicho Juan que este verano se casa mi hermano Juanjo. Estamos muy ilusionadas mi madre y yo. Y deseo contarte algo curioso. Hace unos días, con los preparativos y las limpiezas habituales de estos acontecimientos, mi madre encontró una caja con un contenido muy distinto al de los demás: estaba repleta de cartas. Le pregunté " ¿ De quién son ? " Y ella me respondió: " No lo recuerdas, ¿ verdad, Toñi ? ". " Son cartas de amigos que hacías en nuestras vacaciones en Roquetas de Mar. Tu carácter tan abierto y encantador no ponía trabas a relacionarte para encontrar amigos nuevos ".
Mi madre salió de la habitación y no me dio tiempo a decir nada más.
- ¿ Cómo podía yo saberlo, Juan ? Existen situaciones demasiado complicadas para convertirlas, después de tantos años, en objeto de análisis. Es mejor dejarlas dormir, como si nunca hubieran existido tras mi pérdida de memoria, como si únicamente se hubieran soñado. Pero eso no sucedió con aquellas cartas. La curiosidad me empujó a saber más de lo que esos sobres me estaban mostrando. Comprendí en seguida que esas personas inaccesibles, irreales, como si fuesen un mito que se nutre de distancia, podían estar más cerca de lo que me imaginaba. Me senté en el suelo, con las piernas cruzadas, y comencé a leerlas una a una. Me sumergí en ellas. Estaban ordenadas por fechas.
La primera era de un niño que hablaba de los recuerdos de aquellas primeras vacaciones, acabábamos de conocernos, como si ese hecho fuera una pieza clave para escribirlo y recordarlo todo. Con el paso del tiempo, el niño se convirtió en un adolescente que hacía auténticas declaraciones de amor: " Parece que te estoy viendo, Toñi. El sol daba en tus ojos verdes, pero tú los abrías como si el sol no te molestara. Yo te miraba furtivamente. Pensé que jamás había visto una imagen tan impresionante como la que tú me ofrecías ".
Existen cosas que, por mucho que se pierdan en la lejanía, continúan irradiando vivos sentimientos, parecidos a los que viví en ese momento. Me resultaba tan extraño. Me dejé llevar por todas ellas y por tantas palabras que estremecieron mi corazón. Nunca había leído nada tan precioso y con tanta magia. Palabras que quedaron tan dormidas como mis recuerdos y, en su despertar, se quedaron grabadas a fuego en mi alma.
Encontré un tesoro entre los recuerdos que perdí, pero estaban a buen recaudo, enmarcados en papel durante años y años, con esa tinta que mantuvo intacta el color de mi infancia y mi juventud.
Nunca sabré todo, nunca más voy a ser la dueña de la mayoría de mis recuerdos, pero conocer esas cartas fue un gran alivio para mí. Necesitaba esa estabilidad, esa base para enfrentarme a la vida y al vacío de mi misma. Había sido esa casualidad de lo que más me ayudó a intentar sobreponerme. No podía soportar la idea de vivir metida en aquel vacío mío, más sórdido aún que la propia muerte.
- ¿ Sabes una cosa, Juan ? A veces, el estar ya bien podía ser más cruel que la convalecencia. Pues me veía de nuevo frente a aquel camino que es la vida, pero con la sensación de vivir el contrasentido de sentirme muerta en un cuerpo que recuperaba su salud. Pero el dolor no mata: al contrario, yo creo que refuerza. Y acabé por acostumbrarme. Las personas, ya lo sabes, somos animales de costumbres. Me acostumbré al dolor, como algunos se acostumbran al bienestar. Me acostumbré a no recordar, como algunos se acostumbran a la nostalgia. Como ahora siento esa paz que me proporcionan esas cartas, después de tanto tiempo...

martes, 14 de junio de 2016

TOÑI. EXTRACTO DEL CAPÍTULO XXXIV.

                                      TOÑI. EXTRACTO DEL CAPÍTULO XXXIV.


Mis padres no me reconocieron al entrar en la Unidad de Vigilancia Intensivos, aun estando la primera. Llegué a tener la cabeza tan inflamada en la UVI, hasta el punto que cubría completamente los hombros. Fueron infinitas las resonancias que me hicieron para evaluar los daños. Con el tiempo, tras reducirse la inflamación, mis familiares descubrieron que me salían vendajes de la espalda. Al preguntar el motivo, le explicaron que tenía quemaduras producidas por el roce del asfalto. No sé por qué, pero veía a Rosa la cantante de Eurovisión y era como ver a la Virgen, de la alegría que me producía tener un recuerdo anterior al accidente. Cantaba a todas horas. No importaba la canción.
Lo que más recuerdo cuando me pinchaba en la barriga, estaba tan hinchada que parecía que estaba embarazada...
La pierna enorme. Y el sonido del aire saliendo tras la traqueostomia, abertura realizada en la tráquea, en la cual se inserta un tubo o cánula para facilitar el paso del aire a los pulmones. Su objetivo era restablecer la vía aérea, permitiendo una adecuada función respiratoria. Después de que la tráquea quede expuesta, se inserta una sonda con un manguito de tamaño adecuado. El manguito es un dispositivo inflable unido a la sonda de traqueostomía, el cual se diseñó para ocluir el espacio entre las paredes de la tráquea y la sonda, de modo que permita una ventilación mecánica efectiva y reduzca el riesgo de aspiración.
La sonda se fija al cuello del paciente con cintas adhesivas. Es usual que se coloque un cuadro de gasa estéril entre la sonda y la piel, a fin de absorber el drenaje y prevenir infecciones. Era muy raro. Me salia aire hasta cuando apretaba para orinar.
Y recuerdo la sensación de la sonda: era horroroso.
Deseaba que me la quitaran. Me molestaba mucho.
Los dos años de rehabilitación me estuve pinchando en la barriga dos veces al día. Lo llegué a tener tan encallecido que ya la aguja no me entraba. La carne, con muchos moratones, se hundía como si fuese goma dura imposible de penetrar.
Mi madre, vigilante y atenta siempre, me regañaba para que no me quitara las vías y la sonda. Como consecuencia de una neumonia tuve una embolia pulmonar con parada cardiorespiratoria y durante la reanimación tuve una fractura de esternón. Me metían una especie de aspiradora para sacarme todo el encharcamiento de los pulmones. Me pusieron respiración asistida. Nunca olvidaré la impresión que le causó a mi abuelo el verme, perdió el conocimiento de la impresión. Luego dijo que parecía la caseta de la luz con tanto cable alrededor de mi cuerpo. Recuerdo también que pedían consentimiento para todo, pues tuve gran riesgo de perder la voz. Con lo que me gustaba a mi cantar. Los médicos apenas informaban de nada que no fuera lo más grave, pero fueron descubriendo heridas secundarias a medida que pasaba el tiempo.
Estuve aislada constantemente por un extraño virus que tuve en la pierna, que mandaron analizar fuera de España...

domingo, 12 de junio de 2016

TOÑI. EXTRACTO DEL CAPÍTULO XXXIII.


                                          TOÑI. EXTRACTO DEL CAPÍTULO XXXIII.

Hay que autopreguntarse, - me decía - me conducirá al propio inicio;
puede que me ayude a comprender el presente y, tal vez, orientarme para el futuro. Los días pasaban al compás inalterable de la pauta establecida para la rehabilitación. Todo mi cuerpo dependía de ella. Los brazos y, sobre todo, las piernas, la mente, el más íntimo pensamiento y hasta la falta de sueño.
Lo necesario para salir adelante estaba dentro mí, lo que deseaba, habitaba fuera.
Con escozor en los ojos, lloraba siempre a la misma hora, tenía ganas de levantarme, deshacerme del peso de mi cuerpo. Mi alma bullía en mi interior deshaciendo palabras, desgranando el silencio. " ¿ Alguien me acompaña ? ", - solía preguntar -. Lloré. Grité. Me descompuse en súplicas. La respuesta era siempre el silencio. Sobreviví al miedo a la espera de esos silencios, me acostumbré a ellos e impedía, no sé cómo, que se convirtieran en un grito. Empecé a saberme dueña de una brizna de lo que me rodeaba:un sorbo de leche con unas pocas galletas era cuanto comía, mi voz al abrirse camino, como lo hacía la vertical luz del sol por la ventana cada mañana y la horizontal sombra de la luna cada noche, cuando el agotamiento era pura redención y obligaba a descansar apenas unos minutos. ¡ Si se pudiera escribir lo que decían esos silencios! Que cada uno imagine lo que quiera. Yo no tengo palabras para expresar lo que sentía esas interminables noches. Lo único que escuchaba era la voz a lo lejos de mi alma que me llamaba sin pausa. No dejaba de escucharla en cada rincón de la habitación o en los pasillos del hospital por el engaño traicionero de la voz de alguna enfermera que se parecía en algo a la mía...Creía oír mi risa. No podía ser. No podía ser porque aquella risa no era mi risa de entonces; provenía de los suburbios de mi recuerdo. La mejor risa, igual que el mejor llanto, habita en esos suburbios. Vuelve, vuelve...le pedía a todas horas...



lunes, 6 de junio de 2016

TOÑI. EXTRACTO DEL CAPÍTULO XXXII.


                                             TOÑI. EXTRACTO DEL CAPÍTULO XXXII.


Pasé mucho tiempo en la cama. Yo, siempre en medio de mis padres y Andrés. Me tranquilizaban asegurándome que pronto saldría de allí.
- Eva pregunta todos los días por ti - comentó mi madre acariciándome la mano -.
- Ana, Antonia y Eva te envían un fuerte abrazo - recordó Andrés -. Llaman muy a menudo. Están deseando verte.
Ni siquiera asentí. No las recordaba.
Ana, Antonia y Eva eran mis mejores amigas. Proyectaba en ellas todos los sentimientos de hermandad y fraternidad que sólo es igualada a través de la sangre. Nos conocíamos desde niñas, habíamos estado juntas en todas las etapas y acontecimientos de nuestra vida. En ese momento pensé quién serían las personas que me estarían esperando al salir de allí y que no podía recordar. Y a las que no podría contarles nada. Ni lo bueno, ni lo malo que las buenas amigas comparten.
Seguro que la sedación que me administraban me ayudó a rechazar esos pensamientos de forma automático, si no aquella idea me habría hecho caer en un estado de absoluta tristeza.
- ¿ Qué le habéis dicho a mis amigas ? No, no me lo digáis.
Aún deseaba recordarlas por mí misma.
Había tantas cuestiones pendientes, pero ninguna para que mi cerebro tuviese motivos para desconectarse.
¡ Menos mal que sólo tenía veintitrés años ! Veintitrés...Todavía no era demasiado tarde para empezar de nuevo. Cuando somos jóvenes queda mucha vida por delante, podemos decidir qué es lo que queremos ser; tenemos más oportunidades para elegir y equivocarnos, pero también para comenzar de nuevo.
Fue mi hijo quien, sin haber nacido aún, inició la labor de mi rescate. Algún día tendría que explicarle cuánto luché y sufrí para poder tenerlo y lo que aquella experiencia me enseñó para encontrar mi verdadero camino...

domingo, 5 de junio de 2016

TOÑI. EXTRACTO DEL CAPÍTULO XXXI.

  •  
                                                    TOÑI. EXTRACTO DEL CAPÍTULO XXXI.
  • Mis padres y Andrés entraron a verme en cuanto pudieron. El doctor Milagro - como lo bauticé - estaba constantemente pendiente de mí -. Aun con ello no me sentía parte del cuerpo, tenía las manos y los pies congelados. Esperaba verlos cada día con verdadera ansiedad. Cuando entraron, pude comprobar que estaban visiblemente afectados y demacrados . Me angustiaba con ello. - ¡ Toñi ! clamaba siempre mi padre, cada vez que entraba a verme. Se lanzaba a abrazarme y a besarme sin cesar y yo comenzaba a disculparme entre sollozos. - Lo siento, lo siento...¡ Cuánto estáis pasando por mí ! Mi padre me cogió la cara entre las manos. - ¡ Pero hija ! ¡ No digas eso ! Los miré a todos y los veía más pequeños, encogidos de tanto dolor por la espera. - ¡ Os dejé con el sufrimiento de verme destrozada ! ¡ Con la incertidumbre de no saber si me recuperaríais ! Pero ya estoy aquí, más o menos...¡ Lo siento ! - Toñi...Tú no tienes la culpa de nada - me consoló mi padre -. Ha sido el destino. Nadie quiere perderse a sí mismo ni por un sólo segundo. Tú te has perdido...pero has vuelto. - Mamá...El gato en el rincón - le dije señalando al bolso -. - Es el mío - sollozaba -. No volvías por ti misma, hija, teníamos que traerte de alguna manera. Ni siquiera reparabas en el hecho de que estábamos a tu lado... - Yo... - No te preocupes, hija, no dependía de ti, por eso teníamos tanto miedo de no recuperarte. Sabía que me quedaban momentos muy duros. El sólo hecho de ir recopilando toda la información de lo sucedido, mientras había estado " perdida " en ese túnel larguísimo, sería una auténtica tortura. Sólo veía una fachada de piedra desde la ventana. Recuerdo una cama solitaria a mi lado. Llamaba constantemente al doctor Milagro para preguntarle cuándo me iban a quitar una cédula de la pierna. Lloraba sin parar pidiéndolo. Mi padre se acercó y poniéndome la mano en el hombro me dijo: ·No llores, Toñi. Es para que se te quede bien y no andes como Charlie Chaplin. Llamaba a mi madre constantemente para preguntarle cuándo podría volver a casa. - Pronto. Ya verás. - Entonces, ¿ mañana ? Mi madre sonreía con tolerancia. Siempre estaba a mi lado.
  •  
     
 

jueves, 2 de junio de 2016

TOÑI. EXTRACTO DEL CAPÍTULO XXX.


                                                TOÑI. EXTRACTO DEL CAPÍTULO XXX.

- Quedaban veinticinco minutos, cuarenta segundos y tres milésimas para ver si seguía viva o muerta. Llevaba dos meses, tres días y séis horas y media caminando por ese túnel, no sabía ya dónde estaba. Pasaron los minutos, estaba perdida y oí una voz: «¡ Despierta, Toñi !». Abrí los ojos. La luz. Tosí. Sacaron entonces un tubo de mi boca y me animaron a seguir respirando.
- ¿ Crees que existe un mundo ideal después de la muerte donde todo es verdadero ? - preguntó Juan -.
- Puede ser...La última digestión ya no la haremos nosotros... - dijo riéndose -.... No lo sabremos hasta entonces. Pero estoy convencida de ello. La luz de este mundo no cura la ceguera del hombre.
- Es cierto. No te da miedo la muerte, ¿ verdad ? - preguntó Juan -.
- No - respondió rotundamente Toñi -.
- Todos alguna vez hemos mirado debajo de la cama, dentro de la habitación de al lado o detrás de la puerta o tras las cortinas en busca de ese monstruo que nunca aparece. En el fondo, deseábamos que estuviera ahí, poder nombrarlo, darle forma, luchar contra él, con todas nuestras fuerzas, pero nunca estaba, eso sí que daba miedo...Ya lo he encontrado. No es la muerte, ni la soledad. Soy yo mismo. Lo peor de mí mismo.
- Vaya, visto así. Pero no. Nunca he tenido miedo - volvió a decir Toñi, sin dudarlo -. Pero gusta esa sensación. Me encantan las películas de terror. Y según me cuenta mi madre, desde que era yo pequeña, solía dejarme al cuidado de mi hermano, mientras ellos salían. Y nos dejaban películas de Drácula. Las veíamos una y otra vez hasta que ellos regresaban.
- No me extraña que no te asustes de nada.
- Con el tiempo eso se agudizó y también se enganchó mi hermano. Esperábamos a que fuera muy tarde y de noche para verlas a oscuras en el salón. Las que mas me gustan son de casos paranormales. Me fascinan. Nos llamamos el uno al otro cuando estrenan alguna en el cine para verlas juntos, como entonces.
- Me dijiste que desarrollaste un don especial....
- Sí. Después de salir del hospital veía a gente desconocida, pero pensé que seria algo producido por el golpe. Con el tiempo, me he dado cuenta de que no, que veo a gente que ya no están con nosotros. Sueño que hago acciones y a los pocos días las realizo y veo que ese momento lo había visto con anterioridad. Y como eso todo. Sueño siempre; aunque me duerma 5 minutos. Pero en esos minutos vivo una vida muy intensa. Es como llevar una doble vida.
A veces, me agobia un poco. Porque no tengo ni un minuto de paz.
 
 
 

miércoles, 1 de junio de 2016

TOÑI. CAPÍTULO XXIX.


                                                          
                                                TOÑI. CAPÍTULO XXIX.

La memoria puede estar en cualquier parte y yo guardo su sentido de alerta en el fondo mismo de mi alma, así que cuando me sorprendo a mí misma escuchando una melodía * con la que siempre me sentí identificada, recuerdo vagamente quién fui. De modo que, aunque esté excitada por un instante, mantengo la postura, porque sólo así soy consciente de que no hubiese llegado hasta aquí, si no me hubiese mantenido siempre en tensión y luchado sin cesar. Me llevó años almacenar voluntad en cantidades suficientes para evitar hundirme, pues la primera imagen que me ofrecía siempre la memoria era un montón de ruinas. Reciclarme, eso hice: recuperar la vida cuando parecía extinta...
* STILL GOT THE BLUES DE GARY MOORE ( EN ESPAÑOL ).
Aún tengo los blues
Solía ser muy fácil
Entregar mi corazón
Pero he encontrado una manera difícil
Encontré que el amor no era mi amigo
Debería haberlo sabido una y otra vez
Hace tanto, fue hace tanto tiempo
Pero aún tengo los blues para ti
Solía ser muy fácil enamorarse nuevamente
Pero encontré el camino difícil
Es un camino que lleva al dolor
Encontré que el amor era más que un simple juego
Estás jugando para ganar, pero simplemente pierdes lo mismo
Hace tanto, fue hace tanto tiempo
Pero aún tengo los blues para ti
Hace tantos años desde que he visto tu cara
Aquí en mi corazón hay un espacio vacío
Donde tu solías estar
Hace tanto, fue hace tanto tiempo
Pero aún tengo los blues para ti
Los días vienen y se van
Hay solo una cosa que yo sé
Yo aún tengo los blues para ti.

martes, 31 de mayo de 2016

TOÑI. CAPÍTULO XXVIII.

 
                                                     TOÑI. CAPÍTULO XXVII   

            - Recuerdo cuando te visité por primera vez - dijo Juan -. " ¡ No me mires con esa cara ! ", exclamé. Permaneciste en silencio y frunciste el ceño. Te resultaba familiar pero no conseguías ubicarme.
- No voy a comerte, ¿ sabes ?
- No, no, yo...
- ¡ Vaya ! Por fin hablas.
- Te hablé de un cuento que estaba escribiendo. ¿ De qué trata ? - me preguntaste -. Trata sobre un escritor que no podía hablar...Marchó de su casa para conseguir su voz a cualquier precio, era inconcebible que un escritor no tuviese voz propia. La buscaba y no la encontraba porque no la buscaba en sí mismo, sino en lo que, según él, debía ser. No la concebía de otra manera.
- Lo recuerdo - sonrió Toñi -. " La base fundamental con la que contamos es con nosotros mismos ", me repetí mentalmente.
Todo lo que se sucedió desde aquel día fue abriendo puertas en mi cabeza hacia el futuro.
Recuerdo los pasos que tuve que seguir tras sufrir el accidente para reclamar la indemnización y la rehabilitación que necesitaba. Ejercicios de rehabilitación, etc...Quién debe pagar los gastos de la rehabilitación. La importancia de contar con un abogado especialista en accidentes de tráfico. Andrés, al ser mi esposo, fue el que le dio poderes al abogado, como antes lo había hecho para todas mis operaciones.
El primer paso a seguir después de un accidente es poner la demanda. Cuando esté el parte de atestados, según determine quien es el culpable ese seguro es el que paga todo.
Recuerdo que durante mi convalecencia en el hospital vinieron a verme los médicos del seguro para valorar los daños y hacerse cargo de los gastos. El abogado deliberaba si estaba de acuerdo o no.
La importancia de un abogado es vital, Juan...Fue Miguel Sanchez Parrilla quien nos recomendó el mejor abogado. Gracias a él nos llevo el caso. Fue todo un detalle por su parte...
Y también nos consiguió otro abogado para temas laborales.
Visto lo visto, el abogado decidió llevarme a Madrid para que me vieran los mejores especialistas, el informe del forense.
Los médicos de Madrid determinaron que la rehabilitación me la hicieran aquí y el encargado fue D. Alejandro Plaza. Nunca tendré palabras de agradecimiento a su labor.
El forense en La Carolina valoró las secuelas, pero al final de todo.
Cuando me dieron de alta. A Toledo sólo iba a revisiones. Me llevaba tu padre. Recuerdo que, por entonces, me quedé embarazada.
La rehabilitación cognitiva la define como un proceso a través del cual la gente que hemos sufrido con daño cerebral trabaja junto con profesionales del servicio de salud para remediar o aliviar los déficits cognitivos que surgen tras una afección neurológica. Un psicólogo me ayudó para valorar los daños, pero hablando con nosotros se dio cuenta que quien necesitaba terapia era Andrés. Yo estuve yendo para ver si podía recordar parte de mi vida..
El término rehabilitación implica el restablecimiento de los pacientes al nivel de funcionamiento más alto posible a nivel físico, psicológico y de adaptación social. Incluye poner todos los medios posibles para reducir el impacto de las condiciones que son discapacitantes y permitir a la gente discapacitada alcanzar un nivel óptimo de integración social. De los recuerdos de la rehabilitación. Las ganas de superación para recuperar mi vida normal. Lo mas duro: el dolor insoportable diario. Lo mas positivo: la amistad con todos los que me ayudaron en ese proceso de rehabilitación y sobre todo con tu padre.
Nuestras conversaciones, confidencias,consejos y sobre todo su música.
La rehabilitación de la lesión postraumática debe incluir el trabajo de un equipo multidisciplinar formado por profesionales de la neurología, la psiquiatría, la psicología, la fisioterapia, la neuropsicología, la logopedia, el trabajo social, la terapia ocupacional, la enfermería, etc. Se debe enfocar el tratamiento rehabilitador al ambiente extrahospitalario, introduciendo a la familia como componente esencial de la rehabilitación. Todo eso pude conseguirlo gracias a mi abogado. Son tantas cosas..Al principio la rehabilitación me parecía una perdida de tiempo..por que no encontraba mejoría ninguna. Lloraba mucho porque pensaba que me quedaría así para siempre. Hasta pensé en dejarla varias veces.
Me daba mucho coraje no obtener resultados, aunque ellos sí la veían. Ahí me di cuenta que la importancia del éxito es la constancia. Que el pilar fundamental con el que contamos es con nosotros mismos. Fueron 730 días seguidos sin parar ni un día, ni un domingo. Que se dice pronto.
 
 
Foto de Juan Megino Honrubia.

miércoles, 25 de mayo de 2016

TOÑI. CAPÍTULO XXVII.


                                              TOÑI. CAPÍTULO XXVII.

Aún tengo angustiosas pesadillas. Voy conduciendo el todoterreno de Joaquín. Tenía que hacerlo desde el asiento trasero - el del piloto estaba vacío - y llegaba con mucha dificultad a los pedales. Circulaba por la carretera con los ojos cerrados. Al abrirlos, observo que he conseguido ir en línea recta todo el trayecto, pero en ese justo momento estoy girando a la izquierda y veo venir el coche que va detrás de mí. Asustada, intento enderezar el volante y la carretera comienza a desmoronarse. De forma inminente aparece frente a mí un tramo que ya se había hundido. Acelero para tomar impulso y saltarlo - como en las películas de acción - y salgo volando por encima de los coches que me preceden y que habían quedado aislados. Regreso de nuevo al suelo. Pero cuando vuelvo a girar a la izquierda, aparece ese coche de nuevo. Así una y otra vez. Es como si la pesadilla aún no hubiese terminado. Y despierto con las manos temblorosas. Salgo de la habitación descalza, muy nerviosa, desubicada...A veces, la angustia puede conmigo. En el hospital no paraba de hacer preguntas, a sacar conclusiones en voz alta para dar a entender que me daba cuenta de que allí pasaba algo raro. Otras ansiaba perder el conocimiento o dormirme profundamente para no tener que soportar la angustia que se había adueñado de mí. Alguna vez sentí que iba a salirme de mi propia piel y veía rostros que nunca he conocido. Mi pensamiento se centró en la idea de que no volvería a recordar. Aquello me desconcertó aún más. ¿ Cómo podían verme así, desesperada, sin inmutarse ? El doctor me pedía que me calmara. Tuve la impresión de que él no era como los demás. Tampoco era como yo. Eso pensaba. Se acercaba para hablarme cerca del oído: - El silencio puede ayudarte tanto como las preguntas. Lograrás escucharte para que tú misma puedas responder a las preguntas que te atormentan. - No sé cómo hacerlo - le decía mirándole directamente a los ojos -. Creo que tengo miedo a las respuestas... De alguna manera entendí que yo estaba allí por un motivo y que todos querían ayudarme...Pero me sentía perdida, sumida en el más absoluto desconsuelo sin conocer la causa. Mis recuerdos, repletos de lagunas; mi vida era un laberinto de espejos en el que mi propia imagen me llegaba distorsionada y cuya verdadera forma no conseguía evocar. Al menos me había dado cuenta de todo aquello. Fue el pistoletazo de salida para iniciar el viaje de retorno a mí...
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  • martes, 24 de mayo de 2016

    TOÑI. CAPÍTULO XXVI.



                                   
                                                           TOÑI.CAPÍTULO XXVI.

     Nadar contracorriente es tarea dura - comentó Toñi -. Y piensa en sus sueños destruidos, en la brevedad de la vida en su constante navegar por los recovecos del destino. - No lo niego - dijo Juan -. Cuesta convencerse de que la vida es solamente eso: una cadena de acontecimientos, en los que no nos es dado elegir, una especie de lección de clase que nos vienen enseñando día tras día sin que nos den soluciones para evitarlo...Nadie percibe realmente esa lección de la vida, del destino. Tal vez por ese motivo nadie percibe que no existe... - Cada uno debe buscar su propia solución para tanto sufrimiento - dijo Toñi -. Todo se alía para obligarnos a decir: Basta, ya no puedo luchar más. No vayas a creer que no pensé abandonar. Sobre todo cuando la propia existencia y tu propio cuerpo, que no responde, amenazan hundirse hasta convertirse en ruinas. Entonces todo se vuelve confuso, nada convence; es lo mismo que sentirse muerta en un mundo rebosante de vida o viva en un mundo sin pasado, muerto...De ahí a la desesperación no hay nada más que un paso - terminó diciendo ella -... - ¿ Qué estás escribiendo ahora ? - pregunta ella -. - Un libro de cuentos y esta historia tuya... En otros tiempos hubiera contestado: " Ágrafa o Historias antes de dormir ". Este libro no existía en el horizonte literario. Era sólo un embrión desconocido. Ha llovido mucho desde entonces. Ha llovido tanto que ya le es imposible recordar los comentarios que hubiera podido hacer sobre ellas. - Sin embargo, puedes tener la seguridad, Toñi, que pase lo que pase con esta historia, nunca perderás tu sonrisa. Y Toñi piensa : " Tal vez la sonrisa sea lo último que se pierde ". - Me espera un trago difícil. ¿ Lo comprendes, verdad ? - Sí. Aplaudo tu idea -. - Todo el mundo conoce, a su manera, la historia. Todo el mundo la ha comentado a su antojo. Pero necesito dar mi punto de vista. No hay otra forma.

    miércoles, 18 de mayo de 2016

    TOÑI. CAPÍTULO XXV

                                                 
                                                 TOÑI. CAPÍTULO XXV


      ...Y empecé a sentir la vida como con miedo. Aunque tal vez fuera más exacto decir como un " suspense ". O como una expectativa; eso es...Es como estar colgado a la espera de algo que va a pasar. Esto confiere a la vida una sensación permanente de provisionalidad. Parecía como si no valiese la pena empezar nada. No era capaz de encontrar mi lugar, asiento, andaba azogada y nerviosa. Ahora no había más que tiempo. Tiempo en estado casi puro, una vacía continuidad de la mujer que fui...
    Es mi presente esta historia. Hasta encontrar una rosa tantas, tantas espinas que, a veces, confundimos el color de la flor con el de nuestra propia herida. He llegado hasta aquí sin pensar en otra cosa, teniendo este momento como fin, en los dos sentidos de la palabra: finalidad y final. Y ahora que estoy disfrutando de mi meta, de mi objetivo, de la diana a la que miraba en cada paso que calculadamente daba en mi dura rehabilitación, puedo ver lo que hay más allá de este instante. Siempre nos engaña el horizonte, siempre hay algo más allá de éste. Quizá nuestro propio reflejo. El deseo me lo había señalado como límite de todo, cuando, ahora me doy cuenta, era sólo el borde de mi horizonte, y llegado a él, la vida continúa. Mientras hay vida hay paisaje, hay siempre un más allá. Pero cómo pensar en el después cuando yo era puro impulso hacia el blanco de esta escena que vivo hoy, que nada me cuesta ver como desde arriba, como si mi pensamiento y mi alma se hubieran salido de mí y se situaran por encima, a la adecuada distancia para poder considerar la situación que se está dando y de la que yo soy protagonista y además espectadora. Así es como veo este libro de mi vida que os regalo...


    martes, 17 de mayo de 2016

    TOÑI. CAPÍTULO XXIV.


                                                       TOÑI. CAPÍTULO XXIV.
                                   

       Siempre me contó Andrés que en el otro coche iban un matrimonio con sus dos hijos. Sólo resultó herido el marido. Su mujer fue la que llamó a los sanitarios. Esperando que llegaran los sanitarios, Andrés apreció que tenía tierra en la boca y empezó a limpiarla. Cuando me abrió la boca, se dio cuenta de que me estaba tragando la lengua. Después de un gran esfuerzo para abrirme la mandíbula, consiguió sujetar la lengua. Casualmente, una enfermera pasó por allí y quiso ayudar hasta que vino la ambulancia. Nos llevaron a todos al Hospital de Manzanares para hacernos pruebas y ver posibles daños. Joaquín sólo tenía un rasguño en el cuello del cinturón. Andrés, una fisura en el hueso del pómulo. Ana, a pesar de estar inconsciente, sólo tenía una gran conmoción y la espalda quemada por el asfalto. Yo me llevé la peor parte, triple rotura de fémur derecho, rotura de la clavícula izquierda, traumatismo craneoencefálico severo y quemaduras en la espalda producidas por el asfalto. Al ver la gravedad, me trasladaron en helicóptero hasta Toledo, Hospital Virgen de la Salud, Unidad de parapléjicos. Sola, inconsciente y sin ningún tipo de identificación, tuvieron que operarme la pierna de urgencia y viendo que el traumatismo de la cabeza empeoraba, me trasladaron a la Unidad de Neurocirugía. Esa misma tarde, acudió en mi busca mi familia, aportando toda mi documentación y con ellos mi marido, que se había quedado en el Hospital de Manzanares, haciéndole pruebas. Al llegar ellos, les informaron de que los daños eran muy graves y que seguían empeorando, por la presión del cerebro y que si seguía así habría que operar. Pasó la noche y sobre las 7 de la mañana, les informaron de que había que operar porque la presión iba en aumento. La operación salió bien, pero hasta que no me despertara del coma, no sabrían los daños que la hemorragia había causado. Después de varios días y sin ningún tipo de mejoría, empecé a rechazar los clavos del fémur, así que tuvieron que volver a operar. Unas semanas después surgieron nuevos problemas: informaron que tenía una trombosis venosa profunda, en la pierna operada. Y unos días después que sufría una Neumonía como consecuencia de la respiración asistida. Me pusieron ventiladores para poderme bajar la fiebre. La neumonía iba a peor, por lo tanto tuvieron que hacerme una traqueotomía que, gracias a la cual y al analizar el virus, dieron con los medicamentos adecuados para eliminarlo. Cuando vieron que mi cuerpo respondía normalmente, los médicos empezaron a retirar la sedación paliativa. Empecé a despertarme, con el síndrome de abstinencia, tenía visiones de gente que ni estaban allí y que ni siquiera existía. Hablaba con ellos sin parar y en mi mente ellos me hablaban a mí, todo producido por la sedación. Con la gran noticia de que sabía quién era, conocía a mi familia y sin tener conocimiento de lo que había pasado. Tenía daños en el lóbulo temporal derecho del cerebro, por el cual, perdía la noción del tiempo y daños en la memoria. En ciertos traumatismos se habla de lesiones más o menos leves y pasajeras, que permiten al paciente recuperar la normalidad al cabo de un tiempo, aunque nunca llegue a recordar qué pasó durante el accidente. Si el traumatismo es más grave, los daños pueden llegar a destruir los recuerdos para siempre. “Si hay una fractura de cráneo”, indicó un doctor, “se produce una ola de actividad generalizada que cambia por completo las propiedades funcionales de gran cantidad de neuronas”. “Eso es como un borrador de sinapsis”, - añadió -. El punto dañado empieza a enviar señales por todo el sistema y puede propagar los daños al resto del cerebro y provocar amnesias retrógradas donde se olvida parte del pasado. A veces no se pueden volver a formar recuerdos, explicó el neurocirujano. En otras ocasiones el accidentado puede entrar en coma y se produce el denominado “daño axional difuso”. “En este caso el daño se produce en los “ cables ” que conectan las neuronas”, aseguraba. "Si los axones que permiten comunicar la memoria a corto plazo y la memoria a largo plazo se dañan", precisa, "los recuerdos no pueden consolidarse. En este caso no hay esperanzas de recuperar los recuerdos. Sin el medio que permite el registro del recuerdo no hay nada que recuperar. " El daño se produjo de forma silenciosa y llegó de improviso. Después de las pruebas médicas, descubrieron que mi lóbulo temporal derecho había estado sin riego y se había atrofiado. Neuronas y conexiones se habían destruido. Mi vida anterior se había borrado para siempre.Después de dos meses en la UCI, me dieron el alta. De vuelta a una nueva vida que ni siquiera recordaba dónde se quedó. Con la cabeza rapada, llena de cicatrices, hablando por un agujero en el cuello y con cientos preguntas sin respuesta... Habían pasado dos meses de mi vida y me había ocurrido tantas cosas que la habían cambiado todo por completo. Necesitaba de otra persona para todo, hasta para lo más básico de la vida diaria. Pasaron dos meses de mi vida y me habían ocurrido tantas cosas que la cambió por completo. Necesitaba de otra persona para todo, hasta para lo más básico de la vida diaria. Emocionalmente me pudo bastante el no poder hacer nada por mí misma, ni siquiera recordar lo que había hecho minutos antes.

     

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    domingo, 15 de mayo de 2016

    TOÑI. CAPÍTULO XXIII.

     
                                                TOÑI. CAPÍTULO XXIII.
     
           Lo reconozco: adoro el mar, me fascina en todas sus facetas y vertientes: me seduce por la noche, me emociona al amanecer y me inspira en el ocaso. Me calma pasear en un día nublado por la orilla; me gusta sentarme sobre la arena con la barbilla apoyada en las rodillas y perder la mirada en el horizonte mientras la brisa salada me acaricia la cara. Ya digo que adoro el mar, pero, de un tiempo a esta parte, lo quiero para mi sola. Por eso adoro Menorca, cuyas playas y paisajes permiten aislarte de todo. Me produce un inmenso placer el sol estallando poderoso sobre el mar. Trago saliva cuando contemplo cómo se desangra la luna sobre los árboles... Había una cala a la que íbamos cuando librábamos. Era mágica. Pequeña. Como una media luna. Por eso digo que lo siento como algo propio. Será que el mar me trae pequeños recuerdos como mensajes que llegan a la orilla en una botella... Y noto su falta, no en mi piel, ni en la cabeza. Tampoco en el corazón... La siento dentro, en esa parte del alma que se queda vacía, sin él... Es mejor merecer las cosas que alcanzarlas; alcanzarlas no importa demasiado. " Con poco me contento, aunque deseo mucho ", decía Cervantes. " Sin lo segundo no tendría valor lo primero. Sé que la cosa que más deseo del mundo - regresar a Menorca - es precisamente la que no tengo. Me he pasado la vida llena de deseos, que sólo fueron eso, pero hice que tuviesen tal intensidad que valiesen por todo lo deseado. Reconozco ahora, con el paso del tiempo, la inevitable distancia entre mis pretensiones y la realidad, con la cual hay siempre que contar. Se puede desear por muchos motivos, pero el motivo puede ser desear. ¿ Qué cosas son las que hay que poseer para dejar de desear ?, ¿ qué cosas han de faltarle a uno para dejar de hacerlo ? Una juiciosa respuesta a estas preguntas sólo demostraría que la única diferencia entre el que desea y el que no es el más y el menos. ¡ Qué presuntuoso resulta el hombre al creerse capaz de reconocer todos sus deseos si los tuviera delante ! Creen que para sacar fruto de la vida hay que hacer como para sacar fruto de un olivo o de un rosal, sacudirlo hasta dejarlo desnudo. Abundan ahora estos que después de desmenuzar el rosal caído con sus sutiles golpes se escandalizan de que estuviera formado de minúsculas espinas, algunas demasiado dolorosamente puntiagudas para sus delicadas manos. Indudablemente no saben que la belleza de los pétalos es tarea difícil de defender...
    La forma más humilde de desear, la más pobre, es la del que ama, que lo es simplemente porque en cualquier momento vuelve a comprobar su deseo. Es curioso e inquietante que muchas personas obtengan tan poco provecho de ello...
     
     
     

     

     

    jueves, 12 de mayo de 2016

    TOÑI. CAPÍTULO XXII.


                                              TOÑI. CAPÍTULO XXII.
     
     
                Me viene a la mente un faro, según Andrés solía dormirme mirándolo por la ventana... Vivía en Punta Prima, un complejo turístico maravilloso....Y justo en frente está la isla del Aire y hay un faro cuya luz resplandece siempre por la noche... Viajábamos a cala Macarelleta, aunque no teníamos carnet. Con el coche de los amigos o en autobús. Pasábamos por el puerto de Mahón. Era enorme. Nos encantaba ir a Minibeca: un pequeño pueblo de casas blancas resplandecientes y pasear por sus calles y playas. Solíamos comer caldereta de langosta de Fornells...La receta se elabora con los crustáceos de la isla tras pasar el obligado control de la Cofradía de Pescadores. Aunque algunos cocineros hayan sofisticado la receta en su versión original es rabiosamente sencilla. Picadillo de verduras ( tomate, pimientos, cebolla, ajos, perejil ), agua, sal, hervor a fuego vivo en cazuela de barro ( “tià” o perol ). Al final la langosta, viva y recién troceada. Algunos le añaden hinojo y brandy y otros una picada con almendras con huevo y el coral de la cabeza. Cada uno tiene sus secretos. Antes de comenzar se añaden lascas de pan de payés que medio embeben el caldo. Tomaba mucho el sol hasta muy tarde...casi se me hacía de noche y aún me sigue gustando... Cuando había Levante...Subíamos a unas rocas en Punta Prima a ver como las olas rompían en las rocas hasta casi el cielo...era alucinante la voracidad del mar... Nos poníamos goteando, pero nos gustaba. A veces dormíamos en la playa...mirando el faro de Punta prima... Trabajábamos hasta reventar...todas la horas que podíamos...pero cuando salíamos de trabajar muertos del cansancio y vejigas en los pies el entorno y los ratos con los amigos en el restaurante " El Sebas " hacían que mereciera la pena todo sacrificio. Ubicado en la playa de Punta Prima. La decoración y el ambiente que lo rodea era de inspiración tan mediterránea como su comida. Hacíamos amistad con los clientes, incluso ahora seguimos siendo amigos. Salíamos de marcha por la noche con ellos...íbamos incluso con el uniforme..porque nos esperaban a la salida del trabajo. Nos encantaba la Pomada. La pomada en Menorca siempre se hace con 1/3 de Gin y 2/3 de limonada, no se añade hielo ( nunca ), y si quieres lleva algo de azúcar ( a gusto del consumidor ). Lo más normal en verano es dejarla en el congelador unas 8-10 horas, removiéndolo un par de veces en el proceso para mezclar bien el azúcar, hasta que quede granizado ( nunca congelará del todo ). Nos lo bebíamos en vasos de chupitos. Hablaba inglés, alemán e italiano, algo que he perdido por el camino.


     
     

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  • lunes, 9 de mayo de 2016

    TOÑI. CAPITULO XXI

                                               TOÑI. CAPITULO XXI

    Entre los huecos y las sombras de mi vida, los deseos calcinados giraban sobre mi cabeza. En los círculos de la memoria perdida, hilos de soledad y silencio suspendido... Sin recuerdos podemos ocupar un mismo espacio pero nunca un mismo tiempo. Me sentía como una exploradora a la que no se le resiste geografía alguna. Ninguna, excepto yo... Parte de mi vida no tiene argumento. Es angustioso, no porque no sepa cómo fue mi vida anterior al accidente, sino porque no sé en qué parte de la película de mi vida me encuentro, ni siquiera puedo decir si lo que estoy intentando expresar ahora mismo va a desaparecer durante la montaje de este libro. ¿ Y si mi vida no fuera más que esas imágenes que se eliminan porque no aportan nada a mi verdadera historia ? Me convertí en una mujer doblando y desdoblando su alma en una hoja de papel de cuaderno. Una mujer que no recuerda cómo eran aquellas hermosas canciones que antes lograba cantar sin esfuerzo...


    martes, 26 de abril de 2016

    TOÑI. CAPÍTULO XX


                                                       TOÑI. CAPÍTULO XX

    Recuerdo el día que hablé con el médico y me explicó que sería casi imposible tener hijos. En ese momento es cuando no sabes reaccionar, La sangre se hiela, el mundo se viene abajo contigo y no puedes levantarte. Pero eso hice. Levantarme cada día y luchar, para volverme a caer. Con dolor, impotencia, rabia, mucha rabia. Lo pensé. Desee haberme quedado muerta en el asfalto; mis heridas, mi espalda marcada, mis lágrimas hasta el desierto de ellas, me lo recordaban cada día... Nunca he deseado nada más: " ser madre ". Y se truncaba como un chasquido entre los dedos...Fue inmenso el vacío y la tristeza. Un nuevo dolor que añadir a mi gran lista, pero más hondo e irreconocible. Abracé la esperanza, día tras, día, para tener fuerzas para levantarme cada mañana y continuar adelante. El error consiste en creer que existen condiciones para la felicidad. Lo único que cuenta es la voluntad de ser feliz. Y esa esperanza, compañera de mi alma, me respondió un día. Quedé embarazada, cuando aún estaba en rehabilitación. Mi vida volvió a tener sentido. Nunca he sido más fuerte para poder dar vida a ese bebé, que sin duda, sería el amor más grande de mi vida. Mi hijo Andrés. Hoy, al recordarlo, me conduce al propio inicio; puede que me ayude a comprender el presente y, tal vez, orientarme para el futuro...Andrés, hijo mío. Te mereces un amor como el mío un amor de besos en cada momento del día. De amor en cualquier parte y momento. Lo necesitas y te mereces un amor como el mío, de MADRE de esos que andan siempre sin miedo. De los que soñaba despierta. confundiendo la realidad del sueño. Te mereces un amor comprometido. Desprendido del tiempo y del afán. Un amor natural y franco. Con historias que contarte, sin secretos ni olvidos. Te mereces un amor como el mío. Que no te haga pensar en la ausencia, cuando ya no esté a tu lado o haya muerto. Libre de dar. Abierto a recibir. Te mereces un amor que acompañe tu vida siempre...

     
     

     
     
     
     

     

    martes, 19 de abril de 2016

    TOÑI.CAPITULO XIX

                                                  TOÑI.CAPITULO XIX

                 CAPITULO DEDICADO A   ANTONIO ORTIZ COLLADO

    Me acuerdo de mi torpe forma de recordarte, desde el tropiezo original  en un
    sueño, desde la intrépida lágrima que partía a buscarte sin haber anotado
    tu dirección nueva allá en el cielo.Me acuerdo de que imaginarte era conocerte 
    y conocerte volver a imaginarte, como una ciega que palpando conoce
    su nuevo hogar. Me acuerdo de  equivocarme y leer las palabras de tus cartas como escombros, el aire supo a tierra abandonada y mis ojos debieron replegarse y aprender
    de nuevo a vivir sin ti. Me acuerdo de la angustia que tatuó en mi alma el hueco
    de tu muerte, y el espejo lloró como cuando aprendía a taquigrafiar tu rostro y
    el mio a kilometros, los años muertos de mi convalecencia en Toledo
    o que no acertaron nunca por qué herida debían nacer. Me acuerdo de que te quise,
    de que aún te quiero, si me permites haberlo dejado de hacer alguna vez, por 
    dejar que te ame en las astillas del abismo del dolor de perderte para siempre,
    por dejar en el olvido tantos momentos inolvidables y en mi mano la sombra de 
    lo bueno que me diste. Me acuerdo de ti, hoy y siempre y a pesar de todas las cosas.
    Me acuerdo.Padre...Con qué cuidado marco tus pisadas en el camino
    destrozado de mi memoria....