EXTRACTO DE TOÑI...
Creer en todas aquellas historias que un
día me contaron durante mi convalecencia pasó a tener sus reglas: sólo
de cinco a nueve - los viernes, por ejemplo -, siempre de dos en dos,
haciendo poco ruido, para no molestar a los otros pacientes, ni hola ni
adiós, y las monedas justas para decirle una vez " te quiero " a mis
abuelos cantando la canción de Luis Miguel " Amor, amor, amor " a todo
el mundo ,y encender la tele de la habitación…
Tomó entonces la
vida un tufo de hospital, ese silencio espeso de yodo y soledad, las
dosis de esperanza con su posología, el suero de la ausencia de
recuerdos. Era la protagonista de una fría y solitaria cama de hospital
hasta que pudiera encontrarme. Tomó entonces la vida su magnitud
enferma, recibía ese ficticio abrazo que tiñe de amargura la mirada, el
tenaz drenaje de los días, ese tránsito hacia el futuro donde todo está
por escribir...
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